Una estrategia de prevención de alergia al cacahuate/maní

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Alergias Crecimiento y desarrollo
Una estrategia de prevención de alergia al cacahuate/maní es segura en términos de nutrición, sugiere un estudio.Una estrategia de prevención de alergia al cacahuate/maní es segura en términos de nutrición, sugiere un estudio. (news)

La introducción de alimentos que contienen cacahuate/maní durante la infancia, como estrategia de prevención de alergia al cacahuate/maní, no compromete la duración de la lactancia materna ni afecta el crecimiento del niño y su ingesta nutricional, de acuerdo a nuevos hallazgos.

 

Estos hallazgos son resultados secundarios del estudio Aprendizaje Temprano sobre Alergia al Cacahuate (LEAP por sus siglas en inglés), que se llevó a cabo por la Red de Inmunidad y Tolerancia, que obtuvo fondos del NIAID (Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos) y dirigida por investigadores del King’s College de Londres.

Los resultados primarios del estudio LEAP, publicados en 2015, mostraron que introducir productos de cacahuate/maní a la dieta de los infantes considerados en alto riesgo de padecer alergia a este alimento, tuvo como resultado un 81% de reducción relativa en el desarrollo de alergia posterior en la vida, comparado con el evitar el cacahuate/maní por completo. La meta del análisis actual fue el determinar si comer altas dosis de productos con cacahuate/maní desde la infancia podría tener algún evento adverso en el crecimiento y nutrición de infantes y niños.

“El notable hallazgo de que la inclusión temprana de productos de cacahuate/maní en la dieta reduce el desarrollo posterior de alergia, está empezando a transformar la forma en que los médicos enfrentan la prevención de alergia al cacahuate/maní,” dijo el director de NIAID el Dr. Anthony S. Fauci. “Los nuevos resultados nos dan la seguridad de que el consumo de cacahuate/maní en edades tempranas no tiene un efecto negativo en el crecimiento y nutrición de los niños.” Al inicio del estudio LEAP, los investigadores asignaron aleatoriamente a 640 lactantes entre 4 y 11 meses de edad, radicados en el Reino Unido, para consumir regularmente cuando menos 2 gramos de proteína de cacahuate/maní tres veces a la semana o a evitar el cacahuate/maní por completo. Estos regímenes continuaron hasta que los niños cumplieron 5 años de edad. Los investigadores monitorearon a los niños en sus consultas habituales, y pidieron a los padres y cuidadores que completaran los cuestionarios y diarios de alimentos. En el análisis actual, los investigadores compararon crecimiento, nutrición y dieta de todos los niños en el estudio LEAP, tanto los que consumieron cacahuate/maní como los que lo evitaron. Muchos de los participantes eran alimentados con leche materna al inicio del LEAP. “Un hallazgo importante, que nos dio tranquilidad, fue que el consumo de cacahuate/maní no afectó la duración de la lactancia materna, resultados contrarios a la evidente preocupación de que introducir alimentos sólidos antes de los 6 meses de edad podía reducir la duración de la lactancia materna,” dijo la autora líder, la Maestra en Ciencias e Investigadora del King’s College de Londres, Mary Feeney.

Además, los investigadores no observaron diferencias en estatura, peso o índice de masa corporal—una medida del estatus de peso saludable—entre los consumidores de cacahuate/maní y los que lo evitaron, en un punto cualquiera del estudio. Esto fue verdad incluso cuando los investigadores compararon el subgrupo de niños que consumieron la mayor cantidad de proteína de cacahuate/maní con aquellos que evitaron el cacahuate/maní por completo. En general, los consumidores de cacahuate/maní lograron fácilmente el nivel recomendado de 6 gramos de proteína de cacahuate/maní por semana, consumiendo un promedio de 7.5 gramos a la semana. Tomaron más decisiones diferentes sobre su comida que los que evitaron el cacahuate/maní, notaron los investigadores. Por ejemplo, los consumidores comieron menos papitas y botanas. Ambos grupos tuvieron una ingesta energética de los alimentos similar e ingesta de proteínas comparable, aunque los consumidores de cacahuate/maní tuvieron mayor ingesta de grasas y los que evitaron el cacahuate/maní tuvieron mayor ingesta de carbohidratos.

“En resumen, estos hallazgos indican que la introducción de alimentos con contenido de cacahuate/maní a edades tempranas como estrategia para prevenir el subsecuente desarrollo de alergia al cacahuate/maní, es tanto factible como nutricionalmente saludable, incluso con altos niveles de consumo de cacahuate/maní,” dijo el Dr. Marhall Plaut, jefe de la sección de Alergia Alimentaria, Dermatitis Atópica y Mecanismo de las Alergias del departamento de Alergia, Inmunología y Transplantes del NIAID, y coautor del estudio.

Mary Feeney, George Du Toit, Graham Roberts, Peter H. Sayre, Kaitie Lawson, Henry T. Bahnson, Michelle L. Sever, Suzana Radulovic, Marshall Plaut, Gideon Lack, Impact of peanut consumption in the LEAP Study: Feasibility, growth, and nutrition, Journal of Allergy and Clinical Immunology, Available online 10 June 2016 

Ligas: https://www.sciencedaily.com/releases/2016/06/160610094737.htm