¿Peso saludable con Baby-led weaning?
Sep. 16, 2020
Existe una gran discusión sobre cómo debemos alimentar a nuestros bebés. Sabemos que lo mejor es comenzar a darles alimentos sólidos de manera gradual alrededor de los 6 meses; sin embargo, en los últimos años ha surgido una nueva pregunta: ¿los padres deberían darles a sus bebés purés especiales con cuchara, o simplemente deberían dejar que, al igual que la familia, ellos se alimenten por sí solos?
Conocido como baby-led weaning (que se entiende como la alimentación complementaria autorregulada por el bebé), los padres que implementan este método creen que tiene muchos beneficios para su bebé, tales como motivarlos a probar alimentos nuevos y ayudarlos a mantenerse en su peso ideal. Hay estudios que sugieren que los bebés que se alimentan solos tienden a ser menos inquietos y más curiosos a la hora de comer, pero ¿qué hay de su peso?
La investigación sobre esto ha obtenido resultados confusos. No obstante, en nuestro nuevo estudio con 269 bebés, encontramos que cuando los bebés son amamantados no muestran una diferencia de peso con aquellos que fueron alimentados con cucharas o por sí mismos.
Cuando los bebés fueron alimentados con biberón, aquellos que eran alimentados con cuchara sí tenían un peso mayor al de los bebés que se alimentaron por sí solos.
Esto puede deberse a que los bebés que tienen la oportunidad de “estar a cargo” de cuánto comen desarrollan la capacidad de evaluar cuando se sienten satisfechos, sin verse forzados a seguir comiendo cuando sus cuidadores les ofrecen más.
La leche también importa
Estudios que han analizado el impacto de los alimentos sólidos y el peso de los bebés, todavía no han explorado el otro componente de la dieta de los bebés: la leche y su papel.
Sin duda, los alimentos sólidos sólo deben ser una parte de la dieta de los bebés.Infantes entre las edades de 6 a 12 meses todavía adquieren gran parte de su energía a través de leche materna o fórmula. De hecho, entre los 6 y 8 meses, los bebés no necesitan más de 200 calorías provenientes de alimentos sólidos.
Estudios con bebés de edades más avanzadas demuestran que el implementar una “alimentación complementaria responsiva”, en la que los padres ofrecen una variedad de opciones saludables sin presionar a sus hijos sobre la cantidad que deben comer, está asociado a que los niños mantengan un peso saludable y una dieta más variada.
Los niños aprenden a reconocer su hambre y saciedad y así no tienen tanto antojo de comidas “prohibidas”, lo cual los hace menos propensos a comer de más. Los estudios en bebés demuestran que el método “responsivo” durante el amamantamiento también es importante. Por ejemplo, los bebés que son alimentados con biberón y de manera “responsiva”, mientras que sus padres observan y detectan marcadores que indiquen que ya están satisfechos, beben menos que aquellos que son obligados a terminarse la botella.
La lactancia materna puede ayudar a implementar una alimentación responsiva de manera más fácil, dado que no es posible ver exactamente cuánto ha bebido el bebé, forzando a los padres a confiar en su bebé en que coma lo necesario. Además, es difícil persuadir a un bebé que no tiene hambre a amamantar. Sin embargo, con el biberón es sencillo darse cuenta de cuánto han comido y si es necesario motivarlos a terminar su botella.
Esto podría explicar por qué los bebés que amamantan tienen cierta predisposición a controlar su apetito al crecer y son menos propenso a tener sobrepeso.
Alimentar a tu bebé responsivamente
Las decisiones relacionadas con la alimentación de los bebés son complicadas, y muchas madres se enfrentan a diferentes retos a la hora de amamantar o se preocupan por ofrecer a sus bebés alimentos sólidos. La buena noticia es que la mayoría de los bebés, a menos que exista alguna condición médica que afecte su crecimiento, son generalmente capaces de “estar a cargo” de cuánto comen.
Si alimentas a tu bebé con biberón, procura no preocuparte demasiado sobre cuándo y cómo come. En vez de eso, experimenta con el método responsivo, en el que puedes observar los indicios de que tu bebé está satisfecho.
Para lograr esto cuidadosamente, ofrece a su bebé el biberón acariciando su labio y espera a que esté listo: el bebé abrirá la boca si tiene hambre. Haz pausas y detente cuando tu bebé de señales de estar satisfecho, tales como voltearse o empujar el biberón. De preferencia, no insistas en que se termine la botella.
Si lo estás alimentando con cuchara, deja que tu bebé determine el ritmo. Ofrécele cucharaditas y, una vez más, haz pausas de vez en cuando para detectar si rechaza los alimentos. Procura no presionarlo a que coma muy rápido o en mayores cantidades.
Recuerda: los principios del baby-led weaning sugieren que puedes ofrecerle alimentos fáciles de manipular con sus manos desde el inicio del proceso. Prueba con comidas como palitos de nabo hervidos, brócoli o camote, o tiritas de pescado o pan tostado. Córtalos de tal manera que sean de un buen tamaño para que puedan levantarlos y sean ligeramente más grandes que su puño; por otro lado, asegúrate de evitar alimentos que puedan desprenderse en la boca de tu bebé, como rebanadas de manzana duras, palitos de zanahoria crudos, o nueces y palomitas.
Puede que algunos bebés no coman tanto cuando inicien a alimentarse por sí solos, pero no te preocupes: recuerda que la experiencia de aprendizaje también es importante para ellos. Dejar que los bebés jueguen con su comida, sientan su textura y descubran su sabor es parte del desarrollo—¡sólo no te olvides de poner un mantelito y olvidarte del desorden!
Fuente: Jones, SW, Lee, M, Brown, A. “Spoonfeeding is associated with increased infant weight but only amongst formula‐fed infants”. Matern Child Nutr. 2020; e12941.