Características en niños alérgicos a la leche de vaca
Sep. 13, 2020
Los niños que son alérgicos a la leche de vaca tienen una menor estatura y peso a comparación de sus compañeros con alergias al cacahuate o frutos secos, y estas características persisten hasta las etapas tempranas de su adolescencia. Los resultados de este estudio longitudinal, el cual se cree que es el primero en analizar patrones de crecimiento desde la niñez hasta la adolescencia en niños con alergias alimentarias persistentes, fue publicado en el Journal of Allergy and Clinical Immunology.
“La data publicada sobre las trayectorias de crecimiento en niños con alergias alimentarias no es muy abundante,” dice Karen A. Robbins, autora líder del estudio y alergóloga del departamento de Alergia e Inmunología del Children’s National Hospital cuando el estudio se estaba llevando a cabo.
“Todavía no es claro cómo estos patrones de crecimiento influyen en qué tan altos serán estos niños cuando crezcan, o cuánto pesen al convertirse en adultos. No obstante, nuestros hallazgos se alinean con investigaciones recientes que sugieren que adultos jóvenes con alergias a la leche de vaca pueden no alcanzar su pleno potencial de crecimiento”, dice la Dra. Robbins.
De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, 1 de cada 13 estadounidenses tiene alguna alergia a la leche, huevos, pescado, mariscos, trigo, soya, cacahuate y frutos secos, variables que producen reacciones alérgicas graves. Dado que no existe una cura y que estas alergias pueden ser fatales, muchas personas se ven obligadas a eliminar uno o más alergenos mayores de sus dietas.
El equipo multinstitucional evaluó las gráficas de pacientes pediátricos diagnosticados con alergias relacionadas a la leche de vaca, cacahuate o frutos secos dependiendo de sus síntomas clínicos, niveles de inmunoglobulina de alimentos específicos, pruebas de punción cutánea y retos con alimentos.
Para poder participar en el estudio, los niños debían tener visitas clínicas desde los 2 a los 12 años. Durante estas visitas, su estatura y peso eran medidas con data completa disponible para el equipo de investigación. Los niños con alergias a la leche de vaca debían eliminarla por completo de sus dietas.
Desde noviembre de 1994 a marzo de 2015, 191 niños participaron en el estudio, de los cuales 111 eran alérgicos a la leche de vaca y 80 a las nueces. Entre todos, 1,186 visitas clínicas se llevaron a cabo. Un 61% de los participantes que tenían alergias a la leche de vaca fueron niños, y el 51.3% de los participantes con alergias a cacahuate/frutos secos también fueron de sexo masculino.
Además de que, en términos generales, los niños con alergias a la leche de vaca eran más bajos de estatura, la diferencia se hacía notar más entre las edades de 5 a 8 y de 9 a 12 años. Después, en los 53 adolescentes que fueron evaluados tras cumplir 13 años, las diferencias de peso y altura fueron aun más evidentes.
Añade: “Dado que estos niños suelen tener múltiples alergias alimentarias y otros padecimientos como asma, hay otros factores, además de evitar la leche de vaca, que contribuyen a estos hallazgos. A estos niños también se les suelen restringir otros alimentos más allá de la leche de vaca”.
La manera en la que las alergias alimentarias son tratadas continúa evolucionando conforme los niños con condiciones similares introducen la leche de vaca a su dieta a través de productos horneados. Además, ahora cuentan con una selección de alimentos libres de alérgenos más amplia y un mejor entendimiento de factores nutricionales relacionados con las alergias.
La doctora Robbins advierte que, aunque sí hay niños que superan sus alergias a leche de vaca en las etapas tempranas de la infancia, los niños que no corren el riesgo de padecer ciertas complicaciones en su desarrollo. Estudios futuros deberían enfocarse en mejorar nuestro entendimiento de este fenómeno.
Fuente: “Persistent cow’s milk allergy is associated with decreased childhood growth: A longitudinal study”. Robbins, Karen A. et al. Journal of Allergy and Clinical Immunology, 2019.