Alimentación en niños quisquillosos (Picky eaters)
Oct, 18, 2020
Los niños quisquillosos o caprichosos con la comida presentan un comportamiento complicado que refleja una combinación de varios factores. Algunos niños que comienzan su transición a una alimentación complementaria y son expuestos a una nueva variedad de alimentos, presentan comportamientos difíciles.
La principal característica de este grupo de niños es su tendencia a evadir ciertos alimentos o grupos de comida. Para realizar esta reseña, se tomaron en cuenta estudios que valoraron las preferencias alimenticias, consumo de energía, macronutrimentos y micronutrimentos en niños considerados quisquillosos a la hora de comer (con la ayuda de registros de sus alimentos), o que reportaron medidas de crecimiento, para así tener un entendimiento más completo de las consecuencias nutricionales y clínicas de estas preferencias alimenticias en niños.
Mientras que los niños quisquillosos suelen consumir menos verduras que aquellos más complacientes, no se observaron diferencias consistentes a la hora de revisar los índices de consumo de otros grupos de alimentos, macronutrimentos y fibra dietética. Aunque los índices recomendados de consumo varían, ambos grupos de niños (los caprichosos y los más tolerantes) presentaron altos números en consumo de proteínas en todas las edades, así como un menor consumo de grasas durante los 1-3 años de vida, pero no en edades más avanzadas. Por otro lado, se destacó que el consumo de fibra dietética en niños debe ser más elevado, independientemente de qué comportamientos presenten a la hora de comer.
La ingesta de verduras fue baja en ambos grupos, pero particularmente insuficiente en el grupo de niños quisquillosos. Este último grupo también presentó un menor consumo de pescado y granos enteros comparado con lo reportado en el otro grupo, pero todavía queda mucha investigación que llevar a cabo al respecto. No se presentaron diferencias consistentes en el consumo de otros alimentos valorados, tales como frutas, carne, harinas refinadas, lácteos, postres, confituras, golosinas y bebidas endulzadas con azúcares entre los dos grupos de niños.
Los niños quisquillosos solían tener un índice de consumo menor de micronutrimentos, tales como hierro, zinc, vitaminas A, B1, B2, B3, B6 y C, comparado al de los niños con una alimentación más variada, cuyos índices quedaron cerca de los rangos deseados. Sin embargo, algunos de estos nutrimentos, como el hierro y zinc, fueron bajos en ambos grupos, denotando la importancia de advertir de esto al público general.
No se presentó una relación consistente entre el comportamiento caprichoso de ciertos niños y su crecimiento, aunque sí hubo diferencias significativas en la relación altura-peso entre los niños más complacientes y los más selectivos. Aunque no existe una definición exacta o herramientas precisas para denominar a ciertos niños como caprichosos o quisquillosos, se han realizado un gran número de estudios sobre este tema en los últimos años.
Esta reseña narrativa incluye estudios que valoraron el si los niños quisquillosos, quienes suelen ser descritos así por sus padres o cuidadores basándose en sus comportamientos y preferencias alimentarias, en efecto, presentan diferencias en el consumo de ciertos alimentos que puedan ser analizados de manera cuantitativa. Esta área de estudio se beneficiaría de la implementación de una definición más uniforme de “alimentación selectiva”. Además, es necesario realizar más estudios longitudinales para comprender el efecto a largo plazo que estos comportamientos surten en el índice nutricional y de crecimiento.
Fuente: "Review- A Narrative Review of Childhood Picky Eating and Its Relationship to Food Intakes, Nutritional Status, and Growth"
Link: https://www.nestlenutrition-institute.org/resources/publication-series/publications/article/a-narrative-review-of-childhood-picky-eating-and-its-relationship-to-food-intakes-nutritional-status-and-growth