HMO´S EN FÓRMULAS INFANTILES: ÚLTIMAS INVESTIGACIONES
Un nuevo reporte, combina todos los ensayos clínicos y estudios más importantes de Europa, desde 1990, sobre oligosacáridos en la leche materna (HMOs). La adición de algunos HMOs a la fórmula para bebés también fue incluida en este análisis.
El número de HMOs en la leche materna es una cantidad dinámica, dado que cambia con el tiempo. Factores como la duración de la lactancia, el ambiente o la genética influyen en el número de HMOs.
Estos pueden fortalecer el desarrollo inmunológico y brindar protección contra infecciones, directamente a través de la interacción de células epiteliales intestinales o indirectamente a través de la modulación de la microbiota intestinal, incluyendo la estimulación de las bifidobacterias.
Los limitados datos clínicos sugieren que la adición de HMOs a la fórmula para bebés parece ser segura y bien tolerada, sugiriendo una tendencia hacia beneficios de la salud.
La leche materna es el alimento natural e ideal para bebés, y su composición es única. Además de los nutrientes que favorecen el crecimiento y desarrollo del bebé, contiene miles de sustancias bioactivas tales como los HMOs, los cuales son carbohidratos no-digeribles. Aunque brindan muy poco valor nutricional a la dieta del bebé, son el tercer componente sólido más grande en la leche materna, después de la lactosa y los lípidos.
La diferencia entre los HMOs de la leche materna y los que se encuentran en la leche de vaca, y por ende fórmulas a base de leche de vaca, posiblemente explica las diferencias en resultados relacionados con la salud de bebés alimentados con fórmula y aquellos que consumen leche materna.
El que los científicos y la industria hayan podido producir los primeros HMOs estructuralmente idénticos a los de la leche materna, es un logro reciente, al resistir frío y calor, sin ser afectados por la pasteurización y liofilización.
En 2015, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria concluyó que dos tipos importantes de HMOs, los 2’-FLs y LNnTs, son aptos para su consumo en fórmulas para bebés.
El nuevo reporte presta particular atención a estos dos tipos de HMOs mediante estudios preclínicos y observacionales, enfocándose en los cambios de la microbiota intestinal, anti-adhesivos antimicrobianos, modulación de la respuesta de las células intestinales epiteliales, modulación inmune, desarrollo del cerebro y la adaptación del intestino.
El reporte resalta que los HMOs actúan como receptores solubles que impiden que ciertos patógenos de virus, bacterias o protozoarios, se adhieran a los azúcares en la superficie de las células epiteliales, lo que podría ayudar a prevenir enfermedades del intestino, tractos respiratorios y urinarios. Además, los HMOs alteran la respuesta de las células receptoras epiteliales e inmunes, brindando posibles beneficios para el neonato más allá de protección contra varias enfermedades infecciosas.
El añadir HMOs es un paso hacia adelante para hacer que la fórmula para bebés sea cada vez más parecida a la leche materna y será necesario realizar más pruebas en el futuro con bebés que consuman ambas leches para poder evaluar los efectos clínicos de esta suplementación.
“Oligosacáridos de la leche materna: 2’-fucosil-lactosa y lacto-N-neotetraosa en fórmula para bebés”. Vandenplas Y, Berger B, Carnielli VP, Ksiazyk J, Lagström H, Sanchez Luna M, Migacheva N, Mosselmans JM, Picaud JC, Possner M, Singhal A, Wabitsch M. (2018).
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