¿BABY-LED WEANING O ALIMENTACIÓN CON CUCHARA?
Cuando se trata de evitar batallas a la hora de la comida, los padres están dispuestos a probar cualquier método que les asegure que sus hijos serán menos quisquillosos con sus alimentos. Es por esto que métodos que consisten en darles alimentos sólidos a los bebés han recibido mucha atención en los últimos años.
Algunos creen que la manera en la que los bebés comienzan a comer alimentos sólidos puede cambiar las actitudes que los niños tendrán con la comida en su infancia e, incluso, a lo largo de su vida.
El método más común para darles alimentos sólidos a los bebés es prepararles purés o papillas para dárselos con cuchara. Esto ayuda a los padres a asegurarse de que sus bebés reciben los nutrientes y calorías necesarias para desarrollarse correctamente, algo que preocupa a la mayoría.
Sin embargo, recientemente, el baby-led weaning (que se entiende como la alimentación complementaria autorregulada por el bebé) se ha vuelto más popular, lo cual ha generado diferentes opiniones entre los padres.
Este método consiste en ofrecerles a los bebés alimentos que pueda manipular con las manos, tales como palitos de zanahoria, trozos de brócoli u otros alimentos del tamaño de su puño, aptos para ellos, para que puedan alimentarse solos.
Aunque hay afirmaciones sin sustento de que este método puede mejorar su destreza y confianza en sí mismos, las investigaciones sobre este método revelan que el baby-led weaning les ayuda a ser menos quisquillosos con su comida y a reconocer cuando ya están satisfechos.
Sin embargo, al igual que con muchas cosas relacionadas con los bebés, la realidad es que los padres no implementan un solo método para alimentarlos. Estos varían con el tiempo o la situación en la que se encuentran, razón por la cual queríamos comparar cómo estos diferentes estilos para alimentar a los niños pueden influenciar sus hábitos alimenticios y actitudes hacia a la comida.
¿El baby-led weaning es una mejor opción?
Observamos a cuatro categorías diferentes de bebés, cuyos padres comenzaron a darles alimentos sólidos de las siguientes maneras: sólo con baby-led weaning, o gran parte con baby-led weaning y ofreciéndole comida con cuchara de vez en cuando, o alimentándolo con cuchara y ofreciendo comidas que pudieran manipular fácilmente, o sólo con cuchara.
Preguntamos a los padres sobre sus estrategias y los comportamientos de sus hijos, tales como si se mostraban inquietos o si parecían disfrutar la comida.
Normalmente, en los análisis estadísticos, observamos si existe una diferencia entre los grupos en cuestión; sin embargo, esto no siempre nos indica qué tan grande es esta diferencia.
Para resolver esto, pusimos atención en el tamaño de la diferencia entre los grupos (a lo que llamamos tamaños del efecto). Esto nos ayuda a entender si estas diferencias son relevantes en realidad.
Nos dimos cuenta de que la magnitud de diferencia en el comportamiento y goce de la comida de los niños entre estos grupos es mínima. Esto significa que el baby-led weaning, la alimentación con cuchara o sus combinaciones, no parecen ser las soluciones tan deseadas a las batallas que los padres enfrentan a la hora de alimentar a sus hijos.
Estos datos parecen contradecir lo que muestran otras investigaciones, pero no es así: los bebés sí se mostrarán menos quisquillosos a la hora de comer si sus padres los alimentan utilizando el método baby-led weaning en vez de utilizar cuchara, pero no por mucho.
Factores socioeconómicos influyentes
Cuando se analizaron las estrategias que los padres utilizan para alimentar a sus hijos, nuestro estudio sí evidenció que aquellos padres que implementaron el baby-led weaning no solían premiar a sus hijos con comida y tenían menos control en su alimentación de manera general.
Esto ayudó a sus bebés a aprender a tomar decisiones por ellos mismos basadas en si tenían hambre o si se sentían satisfechos. También, era más frecuentes que estos padres decidieron amamantarlos por más tiempo, que les ofrecieran alimentos sólidos a los seis meses de vida y que acostumbraron a comer junto con sus bebés.
No obstante, la diferencia clave en este asunto no es que los bebés se hayan alimentado mediante el método de baby-led weaning, sino en las familias que suelen implementarlo.
Nuestros hallazgos mostraron que estos padres suelen estar posicionados en un nivel socio-económico más alto, lo cual les facilita educarse en diferentes tipos de enseñanza a sus hijos y a invertir más tiempo y dinero en ello.
En general, nuestros resultados sugieren que la manera en la que el bebé comienza a tomar alimentos sólidos no influye en sus comportamientos o en su placer a la hora de comer.
Vale la pena recordar que como comen los niños depende de muchos factores, tales como sus antecedentes genéticos, experiencias previas con la comida y sus interacciones con sus padres.
Los resultados de las investigaciones se vuelven importantes cuando pueden transmitir consejos complementarios a padres primerizos, pero los encabezados pueden ser engañosos.
Entonces, cuando encuentren reportes de investigaciones alegando que sí hay diferencias entre un método y el otro, recuerden que es posible que no estén dando toda la información. La magnitud de esta diferencia, algo que no suele comunicarse, también es relevante.
Lo más importante que los padres deben hacer es dar su mejor esfuerzo y ofrecerles alimentos sólidos de la manera que funcione para ellos, en vez de preocuparse por un implementar un método que puede llegar a tener un resultado ligeramente distinto.
S. Komninou, J.C.G. Halford, J.A. Harrold,“Differences in parental feeding styles and practices and toddler eating behaviour across complementary feeding methods: Managing expectations through consideration of effect size”, Appetite, Volumen 137, 2019, Páginas 198-206.
Referencia
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