Obesidad materna y DMG producen crecimiento fetal excesivo
Los bebés de madres obesas que desarrollaron diabetes gestacional son cinco veces más propensos a ser excesivamente grandes a los seis meses de embarazo, de acuerdo a una nueva investigación llevada a cabo por la Universidad de Cambridge. El estudio, que muestra que el crecimiento fetal excesivo inicia semanas antes de que las madres con factores de riesgo se puedan hacer una prueba para detectar diabetes gestacional, sugiere que los programas vigentes para detección se están realizando demasiado tarde durante el embarazo, lo cual impide prevenir el impacto a largo plazo que puede producir esto en la salud de sus hijos.
La diabetes gestacional es una enfermedad que puede afectar a las mujeres durante el embarazo, y aquellas que son obesas son las que tienen un mayor riesgo. Así como afecta la salud materna, también causa en el feto un crecimiento mayor, lo que pone a la madre en riesgo durante el parto e incrementa la posibilidad de que su hijo desarrolle obesidad y diabetes más adelante. La enfermedad se puede controlar mediante una combinación de dieta y ejercicio, y medicamentos en caso de que estas medidas fallen.
Para detectarla se hace una prueba de glucosa en sangre alrededor de las 8-12 semanas de embarazo. Las guías actuales en el Reino Unido y Estados Unidos recomiendan que a las madres que se presume están en mayor riesgo se les debe hacer una prueba completa entre las semanas 24 y 28 de gestación; sin embargo, en la práctica, la mayoría de las mujeres se revisan hasta la semana 28.
Los investigadores del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Cambridge analizaron los datos del estudio Pregnancy Outcome Prediction, que estudió a 4,000 mujeres en su primera gestación mediante el uso de pruebas de ultrasonido para evaluar el crecimiento fetal. Midieron la circunferencia abdominal y craneal y compararon el crecimiento en mujeres que desarrollaron diabetes gestacional comparadas con aquellas que no. Los resultados se publicaron en la revista Diabetes Care.
De las 4,069 mujeres estudiadas, 171 (4.2%) fueron diagnosticadas con diabetes gestacional en la semana 28 o posterior. Los investigadores no encontraron relación entre el tamaño del bebé a las 20 semanas y que sus madres desarrollaron diabetes gestacional posteriormente. Sin embargo, encontraron que los fetos de las mujeres que fueron diagnosticadas con diabetes gestacional crecieron excesivamente antes del diagnóstico, entre las semanas 20 y 28. Entonces, los bebés ya eran grandes al momento del diagnóstico, y los hallazgos sugieren que el inicio del trastorno de crecimiento fetal en la diabetes gestacional es previo al momento habitual en el que se hacen los estudios a las mamás.
Los investigadores también estudiaron a las mujeres obesas, ya que se reconoce que la obesidad materna es un factor de riesgo para obesidad infantil. Incluso en la ausencia de diabetes, los bebés de las mujeres obesas tuvieron 2 veces mayor probabilidad de ser grandes a las 28 semanas. La combinación de obesidad y diabetes gestacional se asoció con un riesgo de casi 5 veces de crecimiento fetal excesivo a la semana 28.
“Nuestra investigación sugiere que los bebés de mujeres a las que se les diagnosticó diabetes gestacional ya eran anormalmente grandes en el momento del análisis de sangre para detectar la enfermedad”, dijo la Dra. Ulla Sovio del Departamento de Obstetricia y Ginecología en la Universidad de Cambridge, quien funge como primera investigadora del estudio. “Dado el riesgo de complicaciones que tienen tanto la madre como el bebé causado por la diabetes gestacional, nuestros hallazgos sugieren que se debe evaluar a las madres antes, lo cual ayudaría a mejorar los desenlaces en estas mujeres, tanto a corto como a largo plazo.
“La detección temprana puede ser particularmente útil en las mujeres obesas, ya que el crecimiento fetal ya es anormal a las 20 semanas en estas mujeres. Cualquier intervención dirigida a reducir el riesgo de un peso anormal al nacer en los neonatos de mujeres obesas debe implementarse más temprano”.
El autor senior, Profesor Gordon Smith, también de la Universidad de Cambridge, agrega: “Sabemos que los hijos de mujeres con diabetes gestacional tienen mayor riesgo de sufrir obesidad infantil, pero hasta ahora no hay estudios clínicos que hayan demostrado con éxito que la detección e intervención durante la gestación reduzca estos riesgos. Nuestro estudio sugiere una posible explicación: la detección e intervención ocurren cuando los efectos de la diabetes gestacional ya se han manifestado en el feto.
“La evidencia de nuestro estudio es que hay una necesidad urgente de hacer estudios clínicos para la evaluación del efecto de la detección temprana, tanto en el desenlace del embarazo como la salud a largo plazo del bebé”.
Janet Scott, Directora de Investigación y Prevención para la caridad Sands de mortinatos dijo: “Sabemos a partir de investigaciones recientes que el fracaso en detectar diabetes gestacional actualmente juega una parte importante en una cantidad significativa de mortalidad fetal de término que podían prevenirse. Una buena evaluación del riesgo es crucial para evitar dañar a las madres o a sus bebés y apreciamos estos hallazgos tan importantes porque tienen el potencial de informar mejor en el proceso prenatal en los embarazos de alto riesgo. Estamos felices por haber apoyado esta investigación, con fondos donados por las familias que han sufrido pérdidas por esta causa”.
Ulla Sovio, Helen R. Murphy, and Gordon C.S. Smith
Accelerated Fetal Growth Prior to Diagnosis of Gestational Diabetes Mellitus: A Prospective Cohort Study of Nulliparous Women Diabetes Care published ahead of print April 7, 2016,
Ligas: www.science20.com/news_articles/maternal_obesity_and_diabetes_in_pregnancy_result_in_early_ overgrowth_of_baby_in_the_womb-170027
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