Lactancia de corta duración se vinculan con hí­gado graso

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Lactancia de corta duración y obesidad materna se vinculan con hígado graso en los adolescentesLactancia de corta duración y obesidad materna se vinculan con hígado graso en los adolescentes (news)

Los bebés que fueron amamantados menos de seis meses antes de iniciar la fórmula infantil y los bebés con madres obesas al inicio del embarazo, tuvieron mucho mayor probabilidad de desarrollar enfermedad por hígado graso no alcohólica (NAFLD) en la adolescencia, de acuerdo con un nuevo estudio en la revista Journal of Hepatology.

La enfermedad por hígado graso no alcohólica (NAFLD) es el trastorno hepático más común en los países desarrollados, y afecta hasta 1 de cada 4 adultos. Ocurre cuando hay acumulación de lípidos en las células hepáticas en personas que no consumen alcohol en exceso y se asocia comúnmente con obesidad y resistencia a la insulina. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de los Estados Unidos, la NAFLD en los adolescentes se ha duplicado en los últimos 20 años.

“Se han hecho estudios sobre los beneficios que tiene la lactancia materna en otras enfermedades, pero hay poca información sobre los beneficios de la lactancia ligados a enfermedades hepáticas.”

explicó el investigador líder Oyekoya T. Ayonrinde, MBBS, de la Escuela de Medicina y Farmacología, Universidad de Australia Occidental, Departamento de Gastroenterología y Hepatología, en Perth, y del Hospital Fiona Stanley, Murdoch y Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Curtin, en Bentley, Australia Occidental.

“Por lo que examinamos los registros de adolescentes australianos para establecer si la nutrición infantil y los factores maternos podrían estar asociados con el subsecuente diagnóstico de NAFLD.” Los investigadores llevaron a cabo ultrasonidos del hígado en más de 1,100 adolescentes de 17 años quienes había estado en seguimiento desde antes de nacer como parte de la cohorte de investigación del estudio Embarazo en Australia Occidental (Raine). Los registros detallaron el embarazo y la alimentación de los bebés y se logró correlacionar con la presencia de NAFLD durante la adolescencia tardía. Se diagnosticó la enfermedad en 15% de los adolescentes examinados.”

Noventa y cuatro por ciento habían sido amamantados durante la infancia. La duración de la lactancia antes de iniciar la fórmula suplementaria fue de 4 meses en 55% y seis meses en 40%. Los adolescentes hijos de mujeres obesas al inicio del embarazo tuvieron el doble de probabilidad de tener NAFLD, mientras quienes fueron alimentados con fórmula antes de los seis meses tuvieron un 40% de incremento en la probabilidad de tener NAFLD. Es interesante observar que los bebés de las madres que fumaban al inicio del embarazo tuvieron un incremento significativo en el riesgo de tener NAFLD.

“Un peso saludable de la madre y el apoyo para iniciar la lactancia y lograr que sea persistente podrían tener beneficios posteriores en la salud hepática infantil,”

agregó el Dr. Ayonrinde.

“Esto nos da razones adicionales para apoyar la oportunidad que tienen las mujeres de amamantar a sus hijos cuando menos durante seis meses y retrasar el inicio de la fórmula infantil. La importancia del papel que tienen las madres con la lactancia sobre la salud de sus hijos no debe subestimarse.”

En un texto editorial que acompaña al estudio, la Dra. Anna Alisi, de la Unidad de Investigación Hepática del Hospital Infantil Bambino Gesú, IRCCS, en Roma, Italia y el Dr. Pietro Vairo, del Departamento de Medicina, Cirugía y Odontología “Scuola Medica Salernitana”, Unidad de Pediatría de la Universidad de Salerno, Baronissi (Sa), Italia, comentaron lo siguiente:

“Este elegante estudio observacional por Ayonrinde y colaboradores es la primera evidencia epidemiológica de la conexión entre la obesidad materna, la lactancia y el hígado graso en adolescentes.”

“La leche humana es, en efecto, compleja y podría contener diferentes constituyentes biológicamente activos con un efecto protector de enfermedades relacionadas con la obesidad, que aún permanecen inexploradas. Los mecanismos para esto requieren mayor investigación.”

La Dra. Alisi y el Dr. Vairo también hicieron énfasis en que hay un incremento significativo en el riesgo de tener NAFLD en los hijos de madres que fumaron al inicio del embarazo. Esto apoya los resultados de diversos estudios previos que tratan del tema de la epidemia de sobrepeso y obesidad en la infancia.

“Este estudio soporta la necesidad de apoyar estilos de vida saludables antes y durante el embarazo, y prolongar la lactancia exclusiva para lograr beneficios de salud a largo plazo para las siguientes generaciones”, concluyeron.

Ligas: https://eurekalert.org/pub_releases/2017-06/e-sdo060917.php